RATAPÓN

Esta es la historia de Ratapón, una historia que nos enseña que hay que hacer caso a las mamás y a los papás.
Había una vez un conejito gris que vivía con su mamá en un nido bajo la hierba. Se llamaba Ratapón y su mamá Mariana Corta Cola.
Todas las mañanas cuando la mamá iba al mercado a comprar el desayuno le decía a Ratapón:
- Ratapón quédate quieto y no salgas del nido, veas lo que veas y oigas lo que oigas no te muevas, mira que fuera hay muchos peligros y tú todavía eres muy pequeño.
- Vale mamá - dijo el conejito y se quedó en el nido esperando.
Pasó una mariquita por  la hierba, Ratapón se rio pero no movió ni pie ni pata, después pasó un búho volando;" uuu" - dijo el búho, pero Ratapón no movió ni pie ni pata.
Cuando el sol estaba en lo alto del cielo Ratapón empezó a oír un ruido a lo lejos, unas veces sonaba despacio "chis, chis..."; otras veces muy fuerte "chis, chis".
- ¿Qué podrá ser?, pensó Ratapón. Iré a ver, ya no soy un bebé.
Sacó la cabeza, miró a un lado y no vio nada, miro al otro y no vio nada; miró para abajo y no vio nada, pero cuando miró para arriba se encontró con los ojos de una terrible serpiente que le agarró por una oreja.
-¡Socorro, socorro, mamá!, gritó Ratapón.
Y Mariana Corta Cola, que era una mamá valiente, saltó por las piedras, saltó por las hierbas y llegó dónde estaba Ratapón.
La mamá dio un salto y arañó a la serpiente, "ras", pero la serpiente no soltó a Ratapón, entonces muy enfadada dio otro salto y con las dos manos arañó a la serpiente , "ras, ras" pero no soltó a Ratapón. Mariana muy, muy enfadada dio un salto arañó a la serpiente "ras, ras, ras" y además la mordió.
La serpiente soltó a Ratapón que salió corriendo detrás de su mamá.
- ¡Corre, corre deprisa Ratapón! , no pares, dijo la mamá.
Saltaron por encima de las piedras y de las hierbas, se fueron a un lugar lejos de la serpiente y allí se hicieron otro nido.
Ratapón nunca, nunca volvió a desobedecer a su mamá.
Y COLORÍN, COLORADO...