CARTA PARA LISA

Todas las mañanas, el cartero Pepe iba con su carrito lleno de cartas y paquetes para repartirlos por la ciudad. Hoy, Pepe estaba muy contento, sabía que tenía que entregar una carta a su amiga Lisa. Cuando llegó a su puerta, llamó al timbre:"ding, dong, ding, dong". -¿Quién será?- se preguntó Lisa. Su mamá abrió la puerta y enseguida llamó a Lisa.
 -Lisa, ven, ha venido Pepe, el cartero.

-Hola Pepe,- dijo Lisa.
-Hola Lisa, hoy traigo una carta para ti.
-Gracias,-dijo Lisa-, mamá, ¿de quién puede ser?
-No sé, vamos a sentarnos y la leemos juntas.
Lisa y su mamá fueron hasta el salón y allí se sentaron para leer la carta.
-Mira, es de los abuelos -dice la mamá de Lisa.
Lisa abrió la carta y decía :"Lisa, somos tus abuelos, pronto vamos a ir a verte, queremos pasar unos días con toda la familia".
-¡Qué bien!, mamá, van a venir los abuelos. Tengo muchas ganas de verlos. ¿Sabes? Les voy a mandar un bonito dibujo.
Lisa coge su papel y sus pinturas y hace un dibujo con muchos círculos de colores.
-Mira mamá, qué bonito es.

Después se lo da a su mamá, que lo introduce en un sobre. Su mamá le explica que hay que llevar la carta a un buzón. Así que, deciden llevarla por la tarde y Lisa la lleva con mucho cuidado en su mano, pero en un descuido, la carta se cae al suelo y el viento que sopla muy fuerte se la lleva.

Lisa corre detrás de la carta pero no logra alcanzarla, cada vez que se acercaba, la carta subía y bajaba.
-Esta carta parece que quiere volar,-decía Lisa.
Su mamá también la ayudaba, pero la carta seguía en el aire, cada vez que se acercaban la carta subía y bajaba. ¡Qué carta más traviesa! Durante un buen rato, Lisa y su mamá estuvieron persiguiendo la carta, pero la carta volaba y volaba.
Sin darse cuenta, llegaron al buzón, el viento dejó de soplar y Lisa y su mamá pudieron recoger la carta del suelo.
-Parece que esta carta ya conocía el camino hasta llegar al buzón -dice la mamá de Lisa

-¡Oh! mamá -dice Lisa-, el buzón tiene una gran boca.
-Si, Lisa, ahí se meten las cartas y después se recogen para poder enviarlas. Ya verás que contentos se ponen los abuelos cuando reciban tu carta y vean ese dibujo tan bonito que les has hecho.